Villa Olímpica: Un experimento de urbanismo hecho realidad por partes
por Sole C&M · 16 enero, 2018
PROYECTO NACIONAL VILLA OLÍMPICA
La miniciudad de las delegaciones de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 está casi terminada. Cómo se terminaron los edificios de los cinco concursos.
Por: Dardo Villafañe, Arq. Clarín
Faltan nueve meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 y la miniciudad que albergará a los 3.998 atletas de los 32 países que participarán de las competencias ya presenta su fisonomía definitiva, restando sólo detalles de terminación.
Cinco años pasaron desde la puesta a punto del masterplan y cuatro desde que se iniciaron los cinco concursos -organizados por el GCBA, auspiciados por la SCA y patrocinados por FADEA-, que reunieron a más de un centenar de anteproyectos para la construcción de un conjunto de viviendas que, finalizadas las competencias, se integrarán a la Comuna 8 como oferta inmobiliaria. En las 1.158 nuevas unidades -distribuidas en 31 edificios, divididos en cinco manzanas-, se reconocen tipologías variadas a partir del concepto de “casas en altura” mixturando vivienda con amplios pulmones verdes vinculados al espacio público.
“Cuando comenzamos las obras señala Franco Moccia, Ministro de Desarrollo Urbano y Transporte del GCBA, planteamos ir de atrás hacia adelante, es decir, partimos desde el legado que van a dejar las obras para luego ajustarlas a los requerimientos del evento deportivo. El desarrollo de las cinco propuestas ganadoras tuvo lugar en lotes que se distribuyeron de manera aleatoria, logrando que en cada manzana se reconozca cierta heterogeneidad en la morfología de los edificios”.
Las cinco propuestas ganadoras respondieron al conjunto de bases programáticas surgidas de un plan maestro que no fue concursado, sino que fue previamente elaborado por las áreas técnicas del GCBA. Según explica Florencia Piñero Villar, Directora General de la Unidad de Proyectos Especiales Villa Olímpica, “los criterios urbanísticos para el diseño del conjunto se generaron a partir de los lineamientos del Plan Urbano Ambiental, el canal madre de todas las decisiones urbanísticas. Pero también se tuvieron en cuenta los códigos vigentes que regulan la superficie y altura de los edificios, y las proporciones de las calles”.
La idea central era generar un espacio urbano abierto con prioridad peatón, donde el vecino tuviera sentido de propiedad sobre el espacio público, con criterios de sustentabilidad, sobre todo en las proporciones del verde. “También se tomaron datos bases de la Comuna 8, como la densidad poblacional, los niveles sanitarios y educativos, y la migrabilidad”, puntualiza Piñero Villar.
81 HECTÁREAS DE VERDE
Los dos nuevos vecinos inmediatos de la Villa Olímpica son el Parque Olímpico y el futuro Nuevo Parque de la Ciudad. El Parque Olímpico, la principal sede de las competencias juveniles, se desarrolla en el Parque Deportivo Julio A. Roca, un predio de 31 hectáreas con cuatro pabellones deportivos totalmente equipados, un pabellón para actividades de gimnasia rítmica y artística, un complejo natatorio con una piscina de saltos ornamentales y otra para nado olímpico. El parque también incluye pistas de atletismo, canchas de hockey sobre césped, de tenis, de deportes de playa y de básquet, además de espacios verdes, caminos peatonales y estacionamientos. El espacio de 50 hectáreas que ocupa el Parque de la Ciudad -antiguo Interama-, pronto comenzará su puesta en valor según el proyecto elaborado por el estudio Vila- Sebastián, ganador de un reciente concurso de anteproyectos.
“Todos los anteproyectos ganadores -agrega la funcionaria- tuvieron como primer destino el área de proyectos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, con el fin de llevarlos a calidad de resolución licitatoria, por lo que se les dio cierta estandarización en cuestiones técnicas y de ingeniería de valor”. La funcionaria puntualizó que hubo una fidelidad muy alta y un gran respeto por el espíritu original de los proyectos.
¿Qué piensan los proyectistas al ver su obra casi terminada?
Para el joven arquitecto Edgardo Barone, uno d e los ganadores del Tercer Concurso se ha conservado en gran parte no sólo el espíritu del proyecto, también se han respetado las resoluciones de muchos detalles. “Es emocionante ver cómo han ido tomando forma aquellos bocetos originales, además de lo importante que resulta el concurso como herramienta”.
Autores: Arqs. Daniel Huespe, Juan Pablo Accotto, Maricruz Errasti, Mauro Barrio y Pablo Carballo.
2° CONCURSO
Autores: Arqs. Guillermo Castellani, Juan Martín Flores, Gabriel Martínez, Leandro Moroni, Alberto Sbarra y Enrique Speroni.
Colaboradores: Arqs. David Schaab, Ana Elisa Díaz, Agostina Santi, Juan Ignacio Bereilh, Julián Bonet, Micaela Colantuono, Alfredo Izco, Sofía Landaeta, Lucas Moreno, Germán Rosso y Nahuel Tesolín.
Asesores: Ing. Carlos Díaz, (Instalación Eléctrica), Arq. Sabrina Sabat (Instalación sanitaria, gas, contra incendio, termomecánica) e Ing. Horacio Delaloye (estructuras).
3° CONCURSO
Autor: Arq. Edgardo Barone.
Colaboradores Principales: Martín Szydlowski, Mariana Baulán y Tomás Smachetti.
Colaborador: María Lourdes Silano Souto
Autores: Arqs. Mariano G. Alonso, Ludmila Crippa y Pedro Yañez.
Colaboradores: Arqs. Lucas Grande, Ariel Jiunchuk, Juan Capanini, Constanza Chiozza y Josefina Spósito.
4° CONCURSO
Autor: Arq. Mariana Baulán
Colaborador. Martín Szydlowski
5° CONCURSO
Autor: Arq. Sebastián Colle
Colaboradores: MMO Rodolfo Croce, Lucas Bruno, Elina Raatika, Alejandra Urrutia, Franco Zanotti, Carlos Sconemberg Llach y Sebastián Ducros.
Asesor: Sebastián Ducros.
La propuesta de Barone buscó una alternativa al amanzanamiento tradicional, vinculando un centro libre de manzana con los patios de circulación de los edificios a través de pasajes a nivel de planta baja, retiros laterales en planta tipo y áreas de expansión pasantes, distribuidas en diversos niveles.
“Estos espacios de encuentro -explica Barone- constituyen el corazón del proyecto y además constituyen desde lo simbólico una impronta alusiva a los juegos olímpicos mediante la incorporación de sus colores distintivos”.
En cambio, la propuesta ganadora del Segundo Concurso consistió en una “casa en altura” que estructura gran parte del nuevo tejido de la manzana, con un sistema de recorridos que generara espacio público en altura a partir de una pequeña “plaza” dispuesta estratégicamente en las ochavas de los edificios, a la manera de una gran boca en donde interactúan arquitectura y ciudad. Fachadas abiertas y porosas consolidan la línea municipal y refuerzan el vínculo entre calle, patio y corazón de manzana.
“Entendimos a la Villa Olímpica como el soporte físico de viviendas transitorias y posteriormente como un nuevo sector urbano que debería integrarse a la ciudad -explica el arquitecto Juan Martín Flores, integrante de este equipo-. Esta compleja transición conlleva la posibilidad de una reflexión profunda que el concurso no pudo incorporar plenamente, ya que quedó recortada a partir de un masterplan ya dado”.
En cuanto a la materialización del proyecto, Flores sostiene que su equipo está plenamente conforme, sobre todo teniendo en cuenta que “hay una cultura e historia de concursos con procesos inciertos e inacabados. Por otra parte, el sistema de concursos concatena- dos, heterogéneos y sucesivos, dio la posibilidad de pensar el problema en etapas y de ir mejorando e incluyendo distintos conceptos y críticas a partir de los trabajos seleccionados. El concurso de arquitectura público y anónimo es la herramienta estratégica más transparente y democrática para transformar nuestras ciudades”, culmina el arquitecto.
Aunque los lotes no presentaban grandes problemas, hubo que demoler una serie de construcciones que estaban a la vista y obras cuya existencia era desconocida, ya que estaban enterradas, y también fueron demolidas para realizar las excavaciones. Otra de las empresas que participó del proyecto integral es CRIBA, tanto para la construcción de edificios como para el desarrollo de tres pabellones del Parque Olímpico. “Desde el enfoque arquitectónico-constructivo- sostiene la ingeniera Roxana Scianca, directora de proyectos de CRIBA-, los edificios no prensentaban grandes desafíos tecnológicos. Son estructuras razonables y de simple ejecución, lo que se favoreció aun más con la eliminación de los subsuelos. Los desafíos se vincularon a los plazos de ejecución y la convivencia con otras obras, ya que se ejecutaron en simultáneo más de 30 edificios, infraestructura, veredas, plazas y otras áreas”.
En cuanto al movimiento de suelos, Scianca explica que tras los estudios geotécnicos se descartó la posibilidad de fundar en forma directa. “La fundación se ejecutó por medio de pilotes excavados in situ, transmitiendo las cargas a los suelos de mayor consistencia a una profundidad mayor a 12 metros. Al registrar en el terreno altos contenidos de sulfatos y sales agresivas al hormigón, debimos utilizar hormigones elaborados de alta resistencia a los sulfurs. Y para garantizar el trabajo en forma continua reemplazamos un espesor del suelo existente y ejecutamos un entoscado”.
Las estructuras fueron ejecutadas en forma mixta, moldeado in situ de columnas y vigas y losas de losetas premoldeadas.
“También promoldeamos las escaleras que se colocaron para agilizar las tareas y eliminar apuntalamientos y otras necesidades propias de los encofrados”, culmina la ingeniera.
Red pluvial y de pavimentos: UCSA S.A.
Red de agua y cloacas interna: Reconstrucción de caños S.A.
Red eléctrica-interna: SES S.A.
Red de gas-interna: UCSA S.A.
Espacio público: CONORVIAL S.A.
Jardín maternal: CUNUMI S.A.
NOTA COMPLETA
Diario: ARQ Clarín
Fecha de publicación: 16 de Enero de 2018